sábado, 28 de abril de 2012


Fotos de niños en Pucuncho – Arequipa (2001)

De repente temprano, recibí una llamada de Lima… era la sueca indescifrable, que sin méritos evidentes, ocupaba en ese momento el cargo representante; alguna vez habrá que reflexionar sobre la especie “funcionario internacional”, en particular sobre aquellos que integran esa colosal creación supranacional contemporánea denominada Sistema de Naciones Unidas.

Bueno, ES (así se llamaba mi jefa) dice grandilocuentemente, como gustaba dirigirse a sus subordinados: “la Organización debe estar presente en todas las desgracias que ocurran en el sur del país”. Si señora, respondí yo, avasallado por el peso de la autoridad y sabiendo que mi espectacular salario de aquel entonces, se asociada a los méritos que pudiera ella atribuirme… claro está además,  que en ese momento, representaba la palabra oracular del Director Ejecutivo, y por extensión, del Secretario General.

El asunto no era grave. Acaba de producirse un temblorcillo en Pucuncho, alturas de Arequipa, algo totalmente esperable en un país como el mio, donde los temblores forman parte de la cotidianidad. Pero por entonces, la prensa magnificaba cualquier atisbo de sacudón para dar más emoción y continuidad al terremoto producido en Arequipa, Moquegua y Tacna el 23 de junio del 2001 con la respetable intensidad de 8.4 grados en la escala de Richter… claro que a esas alturas estábamos en diciembre, pero las replicas  venden y ella, ingeniosa, aun lo tenía en vidriera.

Regresando a ES, añadió “debes dirigirte a la brevedad a la zona”. Así se hará señora (callé el mía), la tendré informada. Esa misma tarde, me dirigí con algunos de mis voluntarios colaboradores a comprar cosas de emergencia, para no llegar con las manos vacías: agua en botella, frazadas, latas de pescado y leche, y en general todas esas cosas que se suelen necesitar en situaciones de emergencia.

Ya en el mercado donde iba a realizar las compras, mientras regateaba precios de repente giro sobre mí y atisbo un puesto de juguetes que llama mi atención; concentro mejor mi mirada y percibo un cerro de pelotas multicolores. Es probable que no sean muy urgentes dije, pero si serán recontra placenteras en las manos de los niños que vamos a encontrar allá, más ahora que estamos tan cerca de navidades.

Así cobró vida, el revolear volátil de coloridos balones impulsados por las manos y sonrisas de los niños de Pucuncho con el fondo del cielo despejado de la puna arequipeña, captado por la cámara de Bernie Rodríguez, voluntario que me acompañó en la excusión a las alturas, conjuntamente con Javier, el chofer de la temporal Oficina de la Agencia en Arequipa.

28 abril 2012

3 comentarios:

  1. Hola Pedro. ¿Cómo estas? Te escribo en esta oportunidad para aclarar un asunto q me inquieta un poco. Me gusto mucho el pequeño artículo q escribiste sobre cómo llegaste a apoyar a Arequipa en la emergencia. Yo no sabía q aquellas pelotas de las fotos las habías comprado tú. Que alegría saber eso, mira q algo tan sencillo pudo haber creado un momento de infancia feliz en aquellos niños que seguramente debe haberse grabado en sus memorias. Fue muy buena idea. Pero lo que me inquieta es el crédito que se le da a las fotos de aquella vez (las fotos de los niños en Pucuncho con las pelotas siendo lanzadas al aire). Y es eso lo que quisiera aclarar. Me parece q aquellas fotos fueron capturadas por el lente de alguien mas... Cuanto me hubiera gustado haber sido yo quien pudiera haberlas tomado, pero no fue así. Pedrito por favor corrige ese dato. Yo quise poner esa foto en mi perfil porque es muy inspiradora para mi... Y es que en mi trabajo una de las cosas q busco es precisamente lo que esta transmite. Crear recuerdos de infancia feliz. Me da gusto q de algún modo hayas tenido q ver con esta foto q ha sido y es una inspiración. Un abrazo

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    1. o Gracias Bernie por la aclaración... el problema era te estaba confundiendo con el amigo comunicador, que también trabajaba con como voluntario junto con tres chicas más... una del Opus de aire un tanto perdido. Ahora te ubico perfectamente, eres Bernie, el sicólogo que en aquella época salía con Patty Arguelles. Te cuento que aun conservo el mini nacimiento arequipeño que ambos me regalaron, justo unos días después de tomada la foto. ¿Regresó Patty a Arequipa o sigue en Santiago? He perdido el contacto con ella, hace unos tres o cuatro años. ¿Te acuerdas el nombre del amigo comunicador? En aquella época salía con otra voluntaria y colega suya, llamada Noemí. Sería justo reconocerle el crédito de la autoría de las fotos de los niños de Pucuncho

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  2. Hola Pedro, soy Mara aquella apasionada que conociste en el aeropuerto de Madrid, colaboradora de Plan españa, han pasado muchas cosas desde entonces, mi recorrido como coordinadora en Ongs se amplió con el comercio justo, me alegra mucho recibir noticias tuyas, me ha gustado mucho tu artículo y me satisface saber que aún andas por ahí recogiendo sonrisas y haciendo que este mundo sea un poco mejor o más habitable para los olvidados. Ahora vivo en santiago de Compostela, buscando oportunidades y huyendo del caos de una ciudad como Madrid. Espero te cuides mucho y utilizaré las fotos para colgarlas me parece un mensaje increíble, pues qué un niño sonría vale mil esfuerzos. Un abrazo muyyy fuerte.

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